Por Nikko Médici el 18 de enero de 2021. Editado el 16 de febrero de 2021.
En publicaciones anteriores se presentaron de forma general
los productos y medios principales y más comunes utilizados como antisépticos,
desinfectantes y esterilizantes. Con esta publicación se inicia a tratar de
forma individual, con más detalles y un poco más profundo cada uno de los
productos y medios antes presentados.
En esta publicación se tratan “Los Alcoholes” y los tópicos
que se describen son:
-
Usos.
-
Concentración (porcentaje de utilización). Cómo diluir
(pasar de más concentrado a menos concentrado).
-
Mecanismo de acción.
-
Espectro de acción.
-
Indicaciones.
-
Efectos adversos o efectos secundarios.
-
Precauciones.
La eficacia y seguridad de la desinfección requiere del
monitoreo estricto de parámetros y de procedimientos escritos con la operatoria
de trabajo detallada; debiéndose registrar los controles químicos (control de
concentración con tiras químicas reactivas) y controles físicos (temperatura y
tiempo de exposición) efectuados sobre la solución desinfectante.
La limpieza debe ser realizada en todo material, precediendo
al proceso de desinfección.
La suciedad actúa protegiendo a los microorganismos del
contacto con agentes letales (desinfectantes, esterilizantes) y reaccionan e
inactivan los agentes de limpieza. La limpieza física elimina grandes
cantidades de organismos asociados con la suciedad. Las prácticas de limpieza
seguras son importantes para reducir la carga microbiana de las superficies.
En la publicación:
Podrá consultar los siguientes conceptos: • Organismo. • Germen (gérmenes). • Virus. • Bacterias.
• Hongos.
En la publicación:
Podrá consultar los
siguientes conceptos: • Microorganismo. • Patógeno. • Antisépticos. • Infección.
• Desinfección. • Desinfectantes. • Limpieza. • Microbicida. • Antisepsia. • Germicida. • Viricida. •
Bactericida. • Asepsia. • Antibacteriano/antibacterial. • Antimicrobiano, a.
Los alcoholes son compuestos orgánicos, usados históricamente en
medicina como antisépticos de limpieza y desinfección de heridas [1][3]. Además
de su actividad antimicrobiana, son un buen solvente de otros productos, como
muchos antisépticos y desinfectantes, que potencian tal actividad [1][7][9].
Los alcoholes habitualmente usados son alcohol etílico (etanol, alcohol),
alcohol isopropílico (isopropanol, propan-2-ol) [1][7][8][15] y n-propanol o
propílico (en particular en Europa) [8]. Las concentraciones varían entre 70 % V/V
y 96 % V/V para el etílico y entre 70 % V/V y 100 % V/V
para el isopropílico. Aunque sus aplicaciones son idénticas [1][7], se suele
usar habitualmente el etanol por ser el menos irritante [1][7][14]. El
alcohol isopropílico tiene un poder desinfectante superior al del etanol,
además es menos volátil y menos corrosivo sobre los objetos metálicos [14].
Para preparar las diluciones (por ejemplo de alcohol 70 % V/V)
a partir de alcohol rectificado (95 % V/V), podemos utilizar la
fórmula:
C1 · V1 = C2 · V2
Donde:
C1 = concentración inicial de tu alcohol.
V1 = volumen inicial de tu alcohol con C1 que debes mezclar con
agua para obtener C2.
C2 = concentración final que quieres obtener de tu alcohol.
V2 = volumen final que quieres obtener de tu alcohol con C2.
% V/V = porcentaje volumen/volumen que es la unidad de
concentración en este caso.
Así, para preparar 100 ml de alcohol 70 % V/V tenemos:
95 % V/V · V1 = 70 % V/V · 100 ml
Despejando V1 tenemos: V1 = 70 % V/V · 100 ml / 95 % V/V
= 73.6 ml
A esta cantidad (73.6 ml) se le agrega agua destilada hasta
completar los 100 ml. [3]
Los alcoholes actúan destruyendo la membrana celular, por
reducción de su tensión superficial y desnaturalizando las proteínas [1][2][3][6][7].
Poco se sabe sobre el modo de acción específico de los alcoholes [8], pero en
función de la mayor eficacia en presencia de agua, generalmente se cree que
causan daño a la membrana y desnaturalización rápida de las proteínas, con la
consiguiente interferencia con el metabolismo y la lisis (destrucción o
disolución) celular [3][8]. Los alcoholes se inactivan en presencia de materia
orgánica [1][2][3][7][8], por lo que se recomienda
limpiar la superficie antes de desinfectar con alcohol [3]. El alcohol etílico
rectificado (96º, 95 % V/V) provoca gran deshidratación en los
microorganismos, de manera que impide su penetración en los mismos [3]. Las
concentraciones más efectivas son las que oscilan entre el 60 % V/V y
80 % V/V en agua destilada [3][8][9], siendo la preparación más
efectiva al 70 % V/V. Concentraciones por debajo del 50 % V/V
no causan ningún efecto [3][8]. Su acción es rápida, incluso desde los 15 segundos
[1][15], principalmente en concentraciones de 70 % V/V que
permite su mejor penetración en el protoplasma bacteriano [1]. Sus efectos
biológicos de daño microbiano son mayormente breves, pero pueden permanecen por
varias horas[1][15]. Las lesiones en la
membrana citoplásmica se deben a que el alcohol penetra en la región hidrocarbonada,
desorganizando la estructura lipídica [3]. Su actividad bactericida se debe a
su capacidad para precipitar las proteínas y disolver las fracciones lipídicas
de la membrana bacteriana [6].
Los alcoholes poseen una acción rápida y de amplio espectro, el
alcohol 70 % V/V es rápidamente bactericida sobre las formas
vegetativas bacterianas (incluye micobacterias [8]) tanto Gram
positivas como Gram negativas, es tuberculicida, fungicida y viricida,
incluyendo a citomegalovirus (CMV), virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)
y virus de hepatitis B. No actúa sobre esporas [1][3][4][6][7][8][15]. Sin
embargo, se sabe que inhiben la esporulación y la germinación de esporas, pero
este efecto es reversible [8]. No esterilizan sino que desinfectan [3]. Dado
su nulo efecto esporicida, los alcoholes no se recomiendan para esterilización,
pero sí son habitualmente usados para desinfección de superficies o antisepsia
de la piel. Bajas concentraciones pueden ser usadas como preservantes y para
potenciar la actividad de otros biocidas. En general, el alcohol isopropílico
es considerado más efectivo como bactericida, y el etílico más potente como viricida.
Esto es dependiente de la concentración de ambos agentes activos [1][2][8]. Por
ejemplo, el alcohol isopropílico tiene mayores propiedades lipofílicas (afinidad
por las grasas: disuelve grasas) que el alcohol etílico y es menos activo
contra los virus hidrófilos (afinidad por el agua: se disuelve en agua) (ej.:
Poliovirus) [8]. El etanol 70 % V/V destruye alrededor de 90 %
de las bacterias cutáneas en dos minutos, siempre que la piel se mantenga en
contacto con el alcohol sin secarlo [1][2][5][6][7][10]. Mientras que el
clásico frotado con algodón empapado en alcohol destruye como máximo un 75 %
[5][10]. (Eficacia de los alcoholes es variable frente a hongos y virus (acción
rápida en virus con cubierta lipídica [grasa]). La actividad germicida de los
alcoholes aumenta cuando previamente se limpia la piel con agua y detergente, y
se frota con suavidad. Hay productos con base alcohol que comercialmente se
venden como “antibacterial” (ej.: “gel antibacterial”), pero el alcohol no solo
actúa frente a bacterias, por lo que ese nombre no es adecuado.
Los alcoholes se utilizan muy frecuentemente para la desinfección
o limpieza de la piel, limpieza antes de la aplicación de inyecciones o de un
procedimiento quirúrgico menor [1][6][7][9][14] y resulta muy eficaz para este
fin cuando a continuación se aplica un yodóforo [1]. No se recomienda usarlos
sobre heridas pues produce fuerte irritación, en contacto con materia orgánica precipita
las proteínas y forma coágulos que favorecen el crecimiento bacteriano [1][5][6].
Su aplicación está también indicada en la desinfección de materiales
semicríticos y no críticos (termómetros clínicos, pinzas, limpieza de mesadas,
fonendoscopios, etc.) [1][3][14] y antisepsia de la piel [3][14]. No deben
usarse para desinfección del instrumental ni material quirúrgico [1][5]. Su aplicación inmediata a la piel
tras una pequeña quemadura evita o reduce la formación de ampolla [6]. Tienen
usos en lavado antiséptico o quirúrgico de manos, técnica estándar de lavado de
manos por frotación, asegurando que las manos se mantengan húmedas durante el
tiempo de frotación, no aclarar posteriormente [7]. Los alcoholes se evaporan
rápidamente, sin dejar residuos sobre las superficies tratadas. Esto es
ventajoso cuando se aplica sobre la piel, ya que no mancha ni deja mal olor,
pero es inconveniente cuando se aplica a objetos inanimados, ya que no se
consiguen largos períodos de contacto entre el desinfectante y el objeto. Para
esto deben ponerse los objetos en inmersión en un recipiente tapado. [3]
Aplicado brevemente a la piel no causa daño, pero irrita si se
deja mucho tiempo. En superficies lesionadas empeora el daño y causa un coágulo
bajo el cual pueden crecer bacterias, por lo que no se utiliza como antiséptico
para heridas abiertas. Su utilización puede provocar irritación y sequedad de
la piel. Al volatilizarse (transformarse espontáneamente en vapor) puede causar
irritación de la mucosa nasal y lagrimal. La toxicidad del alcohol isopropílico
es dos veces superior a la del etanol. Se absorbe a través de la piel y no debe
utilizarse en superficies corporales muy extensas. [1][7]
Los alcoholes son volátiles (se transforma espontáneamente en
vapor) e inflamables, por lo que deben ser almacenados en condiciones apropiadas
(recipientes cerrados y sin exposición al calor o al sol) [1][7][9]. Así mismo,
deben dejarse evaporar completamente si se van a usar en electrocirugía o
cirugía con láser [1][9]. Tanto el etílico como el isopropílico son
inflamables [4].
1. Alexis
Diomedi et al. Antisépticos y desinfectantes: apuntando al uso racional. Recomendaciones del Comité Consultivo de
Infecciones Asociadas a la Atención de
Salud, Sociedad Chilena de Infectología. Revista chilena de infectología,
2017. Págs. 156-174, vol. 34, ISSN: 0716-1018.
http://dx.doi.org/10.4067/S0716-10182017000200010
2. Limpieza,
desinfección, esterilización y antisepsia.
http://www.ucv.ve/fileadmin/user_upload/facultad_farmacia/catedraMicro/08_Tema_14_Limpieza__desinfecci%C3%B3n.pdf
(19/4/2020).
3. R.
Vignoli. Esterilización, desinfección y antisepsia.
http://www.higiene.edu.uy/cefa/2008/esterilizacionydesinfeccion.pdf
(19/4/2020).
4. NTP
429: Desinfectantes: características y usos más corrientes. Ministerio de
Trabajo y Asuntos Sociales de España.
5. Nekane
Bilbao. Antisépticos y desinfectantes. Farmacia profesional, 2009.
Págs. 37-39, vol. 23.
https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-antisepticos-desinfectantes-13139886
(3/4/2020).
6. Juana
Benedi. Antisépticos. Farmacia profesional, 2005. Págs. 58-61,
vol. 19.
https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-antisepticos-13078716
(3/4/2020).
7. L.
del Río-Carbajo, P. Vidal-Cortés. Tipos de antisépticos, presentaciones
y normas de uso. Medicina intensiva, 2019. Págs. 7-12,
Vol. 43. ISSN: 0210-5691.
https://doi.org/10.1016/j.medin.2018.09.013
8.
Gerald
McDonnell y A. Denver Russell. Antiseptics and Disinfectants: Activity, Action,
and Resistance. Clinical microbiology reviews, 1999. Págs. 147-179, vol. 12.
ISSN: 0893-8512.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC88911/
(4/4/2020).
9. J.
M. Arévalo, J. L. Arribas, M.' J. Hernández, M. Lizán. Coordinador: R. Herruzo.
Guía de utilización de antisépticos. Sociedad Española de Medicina Preventiva,
Salud Pública e Higiene, 2000.
10.
María-Jesús Hernández-Navarrete, José-Miguel
Celorrio-Pascual, Carlos Lapresta
Moros, Victor-Manuel Solano Bernad. Fundamentos de antisepsia, desinfección y
esterilización, 2014. Págs. 681-688, vol. 32.
http://dx.doi.org/10.1016/j.eimc.2014.04.003
11.
Silvia I. Acosta-Gnass y Valeska de Andrade
Stempliuk. Manual de esterilización para centros de salud. Organización
Panamericana de la Salud (OPS).
http://www1.paho.org/PAHO-USAID/dmdocuments/AMR-Manual_Esterilizacion_Centros_Salud_2008.pdf
(3/4/2020).
12.
Diccionario de la lengua española (DEL) de la
Real Academia Española (RAE). https://dle.rae.es/
(19/4/2020).
13.
Universidad de Salamanca. Diccionario
médico-biológico, histórico y etimológico (Dicciomed).
https://dicciomed.usal.es/palabra/antimicrobiano-na
(19/4/2020).
14.
Laura González Bosquet. Antisépticos y
desinfectantes. Offarm, 2003. Págs. 64-70, vol. 22.
15.
Antisépticos y desinfectantes. [En línea]
http://www6.uc.cl/manejoheridas/html/antiseptico.html (19/4/2020).
Nikko Médici
Ingeniero químico.
Especialidad en tecnología de alimentos.
Especialidad en calidad y tratamiento de agua.
Maestría en gestión y auditorías ambientales. Orientación en ingeniería y tecnología ambiental.
Maestría en ingeniería térmica.
Doctor (Ph. D.) en eficiencia energética y sostenibilidad en ingeniería y arquitectura.
Gerente general e investigador científico jefe en CIENCIA EQUIS.
CIENCIA EQUIS puede ayudarte, tu incógnita o problema nosotros lo resolvemos. No dudes en contactarnos. También pregunta por nuestros servicios internacionales de asesoría, consultoría, diseño y cálculo.
© Copyright CIENCIA EQUIS by Willerenver Terrero.
Haga un comentario